Resumen
El Covid-19 produjo en sus primeras etapas un shock inicial producto de una circunstancia excepcional, sin precedentes en nuestra historia inmediata, con limitaciones sociales, desempleo, pérdidas, miedo, pánico, angustia, incertidumbre, entre otras, dando lugar a un shock y estrés subsecuente. La sexualidad por tanto, pasó a un segundo plano, con pérdida del deseo sexual por parte de ambos integrantes de la pareja.
En una segunda etapa sobrevino la etapa de confinamiento o autoconfinamiento. En este momento en lugar de una “luna de miel” como muchos esperaban el fenómeno de estar juntos dio lugar al “síndrome del gabinete”.
El síndrome del gabinete es el desgaste de la pareja cuando están al mismo tiempo, en el mismo espacio, compartiendo las mismas tareas y aún más si tienen a cargo hijos o personas a su cuidado.
El estrés más el Síndrome del gabinete produjo el Síndrome del coronavirus conyugal resultando sobre todo en una pérdida del deseo sexual: desinterés por el sexo, pérdida de fantasías sexuales, falta de iniciativa sexual, entre otras.
También secundariamente se produjo un agravamiento de disfunciones sexuales preexistentes o bien la aparición de disfunciones sexuales que hasta el momento no habían aparecido: llámese vaginismo secundario, dispareunia, anorgasmia, disfunción eréctil, entre otras
Recomendaciones
Mantenerse dentro de la casa lo más alejados posibles durante el día realizando tareas diferentes y reencontrarse en la noche
Realizar ejercicio físico
Mantener una dieta saludable
No mirar ni escuchar más de una hora de noticias
Buscar entretenimiento: música, lectura, películas, videos
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