Salud Mental y su impacto en la Sexualidad


Introducción

Importancia del tema

El tema de la Salud mental y la Sexualidad están muy vinculados entre sí que ameritan varios capítulos. Su importancia obedece a varios factores, entre otros:

  1. Por la frecuencia de los trastornos mentales (en parte obedece al aumento del diagnóstico)
  2. El concepto de salud mental ha ido variando mucho en los últimos años.
  3. Por el impacto de estos trastornos sobre la salud en general y sexual en particular
  4. Por los avances en los conocimientos sobre los procesos etiológicos y fisiopatológicos de estos trastornos, así como de la medicina sexual
  5. Por los exitosos resultados obtenidos en el abordaje de pacientes con trastornos mentales con disfunciones sexuales
  6. Por la subestimación de los procesos emocionales y neuro cerebrales subyacentes (estigmatización de los trastornos mentales)

Salud Mental

La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar y contribuir a la mejora de su comunidad.

La salud mental es, además, un derecho humano fundamental. Y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.

La salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales.

Las afecciones de salud mental comprenden trastornos mentales:

Trastornos anímicos: Depresión, Manía, Trastorno bipolar. (La Depresión es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo. Fuente: OMS, 2017 )

Trastornos de ansiedad: Trastornos de Ansiedad Generalizado, Ataques de pánico, Fobias, Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC); Síndrome de Estrés postraumático

Trastornos de la Personalidad: Al interior de la academia existen aún hoy grandes debates en torno a estos. Pero los criterios unánimes es que no son enfermedades, pueden ser evaluados, pero no diagnosticados en forma permanente. Aunque tienen rasgos que los caracterizan: Desadaptación, Inflexibilidad, Estabilidad temporal, Inicio temprano. Existen varios, a modo de enumeración: el Trastorno Límite de la Personalidad; el T. Paranoide, el T. Esquizoide, el T. Esquizotípico; el T. Evitativo, el T. Dependiente, el T. Obsesivo Compulsivo; el T. Antisocial, el Trastorno Narcisista de la personalidad, el Trastorno Histriónico de la personalidad. En relación con estos dos últimos merecen especial “prudencia” del profesional de salud actuante ya que la propia definición está “impregnada” de subjetividades poco académicas, habla más del evaluador que elaboró la definición, que del propio paciente, siendo además muy estigmatizante para el mismo. (pero es un asunto que excede a este tema y será abordado en otro capítulo)

Psicosis y Esquizofrenia: Quizás lo que siempre consideramos los mayores trastornos mentales. Sin embargo, las “etiquetas” no siempre nos resultan muy útiles, ya que con la medicación actual los pacientes con esquizofrenia son funcionalmente aptos, capaces de aprender, trabajar, desarrollarse adecuadamente, llevar una vida plena (con cierta estructura y orden). Y en cambio muchos neuróticos (la mayoría de nosotros) muchas veces no gestionamos tan bien nuestras emociones ni conductas.

“Neurótico significa ser tan sensible como yo, y psicótico ser aún peor que mi cuñado” Kart Menninger

Otros trastornos: Trastorno del Espectro Autista (TEA), Trastorno por Déficit Atencional con o sin Hiperactividad en el adulto (TDAH), etc.

Trastornos mentales y sexualidad

La mayoría de estos trastornos cursan con alteraciones de la sexualidad tanto por la propia dolencia en sí misma cómo por los tratamientos farmacológicos a que deben ser sometidos. Ahora bien, cuando hablamos que afectan la sexualidad que áreas de la misma y en qué medida: la mayoría cursan con Disminución del Deseo Sexual y secundariamente una Disfunción Eréctil y un Trastorno del Orgasmo Femenino. Excepto la manía, en dónde hay un aumento del deseo sexual una hipersexualidad como parte del complejo sintomático, pero debe entenderse que no es saludable ni deseable.

Si bien es cierto que los fármacos pueden afectar la sexualidad, la medida o el grado en que esto se produzca depende de algunos factores: fármacos (hay nuevos fármacos o combinaciones de ellos que coadyuvan a que esto no suceda); de la edad de los pacientes, del ciclo biológico de los mismos, del o los diagnósticos correctos del trastorno mental  y del diagnóstico preciso de la disfunción sexual (Ej: muchos pacientes consultan por Disfunción Eréctil (DE) y es una DE no orgánica secundaria a una Eyaculación Precoz no diagnosticada, que con los años desarrolla un Trastorno Depresivo por el trastorno sexual que lo inhibe durante años a mantener relaciones sexuales y en ocasiones son tratados con Inyecciones Intracavernosas como único tratamiento y por supuesto sin ningún resultado satisfactorio)

Pongamos un ejemplo, ya no del consultorio médico, sino de la vida cotidiana:

¿Si Usted tiene un amigo/a que atraviesa una depresión profunda su primer consejo sería que mantuviera relaciones sexuales con alguien?

La respuesta obvia y sensata es claramente no. Porque esa persona en el fondo “no quiere o no puede vivir”

Pues bien, en un consultorio médico se deberia tener el mismo proceso de pensamiento lógico (sentido común)  tanto sea Urológico, Sexológico o Ginecológico, no podemos atender una Disfunción Eréctil, un Vaginismo o un Trastorno del Interés/Excitación Sexual Femenino en un paciente con una Depresión o un Trastorno de Ansiedad Generalizado, una Fobia, o un Ataque de Pánico y hacer tratamiento únicamente del Trastorno Sexual sin antes hacer un abordaje del Trastorno del ánimo, porque no va a tener resultados.

Es necesario que tengamos una mirada holística sobre el paciente o sobre la persona.

Pues ese criterio debería tenerse como base en toda la Medicina y sobre todo en Medicina Sexual.

Escuchar Podcast de Radio Sarandí a continuación:

Salud Mental y Sexualidad 1

Salud Mental y Sexualidad 2

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