Resumen
Definición
El trastorno de excitación genital persistente originalmente descrito como síndrome de excitación sexual persistente, es un trastorno que se caracteriza porque los pacientes tienen sentimientos no deseados de excitación genital (congestión, hormigueo o palpitaciones en los genitales) o estar al borde del orgasmo durante largos períodos de tiempo cuando no están sexualmente excitados subjetivamente o sintiendo deseo. La Sociedad Internacional para el Estudio de la Salud Sexual de la Mujer (ISSWSH) los describe también como disestesia genitopélvica que puede incluir otros tipos de síntomas ardor, espasmos, picazón, entre otros, que pueden ocurrir en los genitales u otras partes el cuerpo. A menudo, es difícil encontrar la causa de los síntomas del trastorno de excitación genital persistente, lo que hace que sea difícil de tratar y poco comprendido, incluso entre los médicos.
Lejos de pensar que tal trastorno constituye algo agradable, la constancia de estos síntomas y el malestar que producen a menudo conducen a la desesperación, angustia emocional e incluso pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
Este trastorno fue descrito inicial y exclusivamente para el sexo femenino. Para ser considerado trastorno de excitación genital persistente, los síntomas deben ser molestos para el paciente y durar al menos tres meses.
Los síntomas de trastorno de excitación genital persistente pueden ser constantes (siempre presentes) o intermitentes (aparecen y desaparecen). Algunas personas con trastorno de excitación genital persistente tienen períodos de tiempo sin síntomas, pero luego vuelven a experimentar brotes de sus síntomas.
Puede ser primario (de toda la vida) o adquirido. Este es el que se ve con más frecuencia presentándose sobre todo en mujeres postmenopásuicas.
Dado que la comunidad de medicina sexual ha definido este trastorno recientemente, muchos profesionales saben menos sobre el trastorno de excitación genital persistente que sobre otras disfunciones sexuales. A medida que los expertos continúen estudiándolo, comenzaremos a saber más sobre la condición y sus síntomas.
Sin embargo, hay que tenerlo presente para poder realizar un interrogatorio dirigido, ya que la mayoría de las mujeres no los manifiesta por vergüenza.
Síntomas
Los síntomas más comúnmente reportados hasta el hasta la fecha:
- Excitación genital persistente que es:
Involuntaria (fuera de su control).
No deseada, intrusiva y molesta.
No relacionada con intereses, pensamientos o fantasías sexuales.
No resuelta o agravada por la actividad sexual o el orgasmo.
- La sensación de estar constantemente al borde del orgasmo.
- Hormigueo, pulsaciones o latidos continuos en los genitales.
- Dolor, presión o molestia genital.
- Estrés, vergüenza o ansiedad subyacentes por la condición que pueden provocar desesperación, angustia emocional o incluso pensamientos suicidas intentos de suicidio.
Causas
Como la mayoría de los trastornos sexuales, los investigadores creen que los síntomas del trastorno de excitación genital persistente son causados por una combinación de factores, lo que significa que no existe una sola causa para este padecimiento. De hecho, hay varias cosas que podrían causar el trastorno de excitación genital persistente que pueden estar relacionadas con la biología, psicología, antecedentes sociales o culturales o historial de medicación de una persona.
Los síntomas de este trastorno pueden obedecer a un problema en el sistema nervioso central (SNC). A veces, una raíz nerviosa (parte del nervio que entra o sale de la columna) se irrita debido a una lesión en la parte baja de la columna.
Esta raíz nerviosa irritada se activa sin voluntad de la paciente, enviando información sensorial a la médula espinal desde la región genital del cuerpo. Cuando esto sucede, el cerebro registra esta información proveniente de la región genital como excitación. Por lo tanto, el paciente puede tener sentimientos continuos de excitación genital incluso cuando sus genitales son normales y no está mental o subjetivado excitado.
Los neuroquímicos en el cerebro también pueden desempeñar un importante papel en la causa de trastorno de excitación genital persistente.
La investigación muestra que detener o comenzar repentinamente los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) puede contribuir a este trastorno.
Los factores psicológicos como dramatizar la situación y factores sociales como la vergüenza del paciente por los síntomas pueden empeorarlos aún más.
Por último, la falta general de conciencia sobre la condición (incluso entre los profesionales) pueden provocar aún más angustia emocional para los pacientes con trastorno de excitación genital persistente y posiblemente un empeoramiento de los síntomas.
Diagnóstico
El trastorno de excitación genital persistente puede ser diagnosticado por un profesional de medicina sexual con experiencia a través de un historial completo del paciente, un examen físico y en algunos casos pruebas de laboratorio.
Es muy importante que los profesionales se tomen el tiempo para hacer un historial completo con cada paciente que pueda estar experimentando trastorno de excitación genital persistente. A menudo, los pacientes con trastorno de excitación genital persistente han tenido experiencias médicas negativas con respecto a sus síntomas y pueden sentir que los profesionales carecen del conocimiento o los recursos para ayudarlos con su condición, o peor aún, que su historia está siendo ignorada.
Una historia clínica completa del paciente es clave para ayudarlo a lidiar con esta angustiosa condición, pero también es útil de otras maneras. Proporciona información básica necesaria para comprender la aparición del trastorno e incluso puede señalar posibles causas.
Posibles exámenes complementarios
Vulvoscopía
Pruebas vasculares
Pruebas neurogenitales
Imágenes por resonancia magnética (RM) de la columna
Tratamiento
Un enfoque personalizado es mejor cuando el objetivo es el tratamiento del trastorno de excitación genital persistente. El plan terapéutico debe centrarse en abordar lo que se cree que es la causa subyacente de los síntomas, que difiere de un paciente a otro.
Dado que se cree que el trastorno de excitación genital persistente es causado por la combinación de un exceso de información sensorial de fuentes nerviosas irritadas o un desequilibrio de neuroquímicos excitadores e inhibidores en el cerebro, el tratamiento debe tener como objetivo corregir ambas situaciones.
En nuestra experiencia clínica en la mayoría de las pacientes diagnosticadas no se han encontrado discopatías que indiquen sufrimiento de raíces nerviosas ni lesiones vulvares, así como tampoco trastornos vasculares, por tanto, debemos concluir que quizás el desequilibrio de neurotransmisores, entre otros, podría estar entre otros factores causales que desencadenan este síndrome. Y por tanto, la parte esencial del tratamiento se basa en la administración de ISRS para aliviar los síntomas con muy buenos resultados. (Joubanoba, M.)
Finalmente, la terapia cognitivo-conductual (TCC), el yoga pueden ser opciones de tratamiento beneficiosas para los pacientes que sufren angustia psicológica debido a sus síntomas de trastorno de excitación genital persistente, entre otros.
Fuentes:
Goldstein, I., Komisaruk, B.R., Pukall, C.F., Kim, N.N., Goldstein, A.T., Goldstein, S.W., Hartzell-Cushanick, R., Kellogg-Spadt, S., Kim, C.W., Jackowich, R.A., Parish, S.J., Patterson, A., Peters, K.M., & Pfaus, J.G. (2021). International Society for the Study of Women’s Sexual Health (ISSWSH) Review of Epidemiology and Pathophysiology, and a Consensus Nomenclature and Process of Care for the Management of Persistent Genital Arousal Disorder/Genito-Pelvic Dysesthesia (PGAD/GPD). The Journal of Sexual Medicine, 18(4), 665-697. https://www.jsm.jsexmed.org/article/S1743-6095(21)00175-2/fulltext.
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