Información general
La disfunción eréctil, es un problema común en la población, presente en aproximadamente el 20% de los varones. Es un problema que puede presentarse a cualquier edad aunque es más frecuente a partir de los 40 años.
La disfunción eréctil puede ser una señal de alarma de enfermedades del corazón, ya que se ve asociada a los llamados factores de riesgo cardiovasculares.
Una forma de tratamiento, que representa un segundo escalón terapéutico es el uso de drogas vasoactivas que se administran directamente en el pene (intracavernosas), las cuales tienen una eficacia comprobada muy alta, superior al 90%.
Acción
El mecanismo de acción de estos fármacos es vascular, vasodilatador. El pene para lograr una erección firme, necesita de una importante entrada de sangre, con buena presión y velocidad. Los fármacos usados en la terapia intracavernosa son vasodilatadores, que actúan en forma local, produciendo la relajación del musculo liso cavernoso y/o vasos arteriales, permitiendo el aflujo masivo de sangre y provocando la erección.
Existen tres fármacos que se utilizan para este fin: prostaglandina E1; papaverina; clorpromazina, las cuales se pueden usar en forma individual, de a dos (bimix) o las tres juntas (trimix).
Indicaciones / Contraindicaciones
La inyección intracavernosa está formalmente indicada en:
Asimismo está contraindicado en el caso de pacientes que padecen graves trastornos de la coagulación, enfermedades psiquiátricas graves, importante fibrosis peneana, o enfermedad cardiovascular que contraindique el esfuerzo de una relación sexual.
Metodología
El procedimiento consiste en una inyección se realiza dentro de los cuerpos cavernosos con una aguja muy fina (de insulina) y aunque parezca lo contrario, no es dolorosa.
Normalmente, una vez decidido el tratamiento con el paciente, se lleva a cabo un período llamado de dosificación, para llegar a la dosis efectiva-mínima que genere una erección con capacidad de penetrar y que se mantenga por 30, 40 o 50 minutos en lo posible, no más. Este proceso siempre se lleva a cabo en el consultorio médico por el profesional especializado en el tema.
Existen distintos protocolos de uso de estos fármacos, pero nosotros preferimos un uso de forma personalizada adecuado a la patología y necesidad de cada paciente.